Editorial
DOI:
https://doi.org/10.22320/hem.v22i1.6020Palabras clave:
EditorialResumen
El 5 de mayo del presente año la Organización Mundial de la Salud decretó el fin de la emergencia sanitaria por el Covid-19. La crisis significó 673 millones de contagios y 6,74 fallecidos en 260 países y territorios.
Su ocurrencia adelantó un conjunto de cambios que se venían manifestando en diversos países como consecuencia de la irrupción de las tecnologías digitales denominadas 4.0, especialmente en las economías más avanzadas. En nuestra región latinoamericana la pandemia aceleró la adopción de estos cambios incorporando nuevas formas de trabajo en las empresas, instituciones públicas y universidades. El denominado teletrabajo hoy es una realidad que llegó para quedarse. Muchas instituciones lo han adoptado de modo permanente modificando sus formas de funcionamiento y adaptando sus plantas físicas y sus protocolos de comunicación. En las universidades las tecnologías están cambiando la manera en que se realizan los procesos formativos y las instancias de colaboración en los equipos de investigación. Antes de la pandemia en los países avanzados el 50% de PIB tenía su origen en sectores económicos intensivos en tecnologías 4,0. En Chile y otros países latinoamericanos esta realidad no superaba el 10%. Al día de hoy es seguro que estos porcentajes habrán aumentado.
Citas
-