Oralidad y escritura en la enseñanza universitaria medieval
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Resumen
En los últimos años, la oralidad y la escritura han venido siendo objeto de interesantes trabajos en el ámbito de los estudios medievales, como también en otras áreas. En general, se ha puesto el acento en lo escrito, su origen y la evolución de su rol en la sociedad. La oralidad, en cambio, ha podido ser reconstruida sólo cuando lo escrito la refiere y describe. Urgando en ese pasado que dio origen a la Universidad, este trabajo pretende presentar el valor formativo de la oralidad en la enseñanza, al tiempo de reivindicar la necesidad de que el universitario ponga por escrito el producto de su obligación que es pensar. Lo que ha continuación se presenta tiene su contexto y corresponde, pues, a una época con sus particulares requerimientos. Naturalmente, los actuales son otros, en parte diferentes en parte similares, de tal manera que esta visión deberá servir de referencia, tal como puede serlo la experiencia actual de otras latitudes, de las cuales se confía habitualmente más de lo que la historia nos indica, nos sugiere, y hasta podría decirse, nos reclama. Si se ha impuesto como verbo capital de la reforma de la educación, innovar, mi contribución, cuyo valor es necesario encontrarlo en el pasado mismo y no en mi síntesis, ha de hallarse en que las innovaciones del hombre actual en este campo son, en general, pocas, aunque importantes, lo que nos indica que una mirada puramente técnica a la Educación no es suficiente si no va unida a una observación culta, esto es, histórica, de la enseñanza. Así, junto al verbo técnico innovar, me parece que se ha omitido el culto recuperar. La palabra hablada y la palabra escrita es de vital importancia para entender la historia de Occidente y, por lo mismo, la nuestra. Desde la antigüedad clásica y la tradición hebrea, ésta define al ser humano y lo dignifica, ya que la palabra es la voz del ser humano, a imagen y semejanza.
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