Introducción
Para entender la configuración del territorio, se debe tener en cuenta que él mismo funciona como marco de posibilidad, es decir, históricamente está sujeto al proceso de cambio de los grupos humanos (Sosa, 2012), quienes tienen la capacidad de ajustarlo o modificarlo en cuanto a su forma y contenido (Santos, 2000). Igualmente, es resultado de la representación, construcción y apropiación que del mismo realizan dichos grupos, así como de las relaciones que lo impactan en una constante tensión dialéctica, en la cual el territorio como el grupo humano se transforma durante el transcurso de la historia. Esto se manifiesta así debido a que la intervención de los sujetos modifica la relación sociedad-naturaleza, de la misma forma que las catástrofes naturales y los procesos evolutivos en la biosfera pueden llegar a determinar cambios en la sociedad (Sosa, 2012).
En Chile, desde el fin del gobierno de Salvador Allende, las vías para el desarrollo económico del mundo rural han estado dadas por políticas que apuntan a una estrategia macroeconómica enfatizada a integrar totalmente la economía chilena a la economía mundial. Ésta se conoce como “Contrarreforma Agraria” la que en términos simples reestructuró la tenencia de la tierra y concatenó un modelo neoliberal en el mundo rural. Se priorizó una agricultura exportadora a partir de políticas estatales desarrollistas que establecieron una infraestructura institucional comercial y agroindustrial para la expansión de la fruticultura y silvicultura. En el caso de las plantaciones forestales, estas estaban subvencionadas por el estado a través de un subsidio del 75% establecido en 1974 (Kay, 1998a).
En la década de 1980 surgió una política agraria que reconocía los problemas específicos del sector agrícola. Esta nueva política buscó una transformación productiva más gradual, promoviendo la modernización de haciendas capitalistas y en menor medida las propiedades campesinas que eran consideradas “viables”.
Entrada la década de 1990, con la vuelta a la democracia una tarea importante fue mantener la continuidad del dinamismo en la agricultura, enfatizada en las exportaciones. Se profundizó la participación de Chile en los mercados internacionales, la mantención de una economía abierta significó la mantención de bajos precios en los alimentos chilenos. En otras palabras, los tecnócratas de la época estaban comprometidos con la competitividad en vez del proteccionismo, en definitiva, limitar las demandas sociales a lo que es factible económica y políticamente (Kay, 1998a).
Estos procesos de apertura y globalización tuvieron un impacto desigual en distintos territorios y segmentos de la población rural, provocando o acentuando, en muchos casos, desigualdades territoriales y sociales preexistentes. Con el posicionamiento del país a nivel internacional la realidad rural resultó alterada significativamente. Esta nueva realidad rural se define y caracteriza como más heterogénea, diversa y desigual, se aprecia un aumento de la pluriactividad, de las actividades rurales no agrícolas y de la ocupación femenina, entre otras (Fawaz, 2007).
Ahora bien, la comuna de Yumbel pertenece a la provincia de Biobío, VIII Región del Biobío. Está ubicada a unos 72 km. al sur de la capital regional, Concepción, en la depresión central, entre la cordillera de la Costa y el valle del río Biobío. Aproximadamente el 60% de su territorio pertenece al ámbito de la Cordillera de la Costa y un 40% a la depresión Intermedia. Desde el punto de vista de la asociatividad funcional y productiva esta comuna forma parte del Territorio de Planificación denominado “Secano Interior de Concepción y Biobío” (AMDEL). Territorio integrado por las comunas de, Cabrero, Florida, Hualqui, San Rosendo, Santa Juana y Yumbel (Ver Figura 1)
Su topografía es accidentada con gran cantidad de cerros y microcuencas siendo sus principales cursos de agua el río Laja (límite sur), Claro (atraviesa la comuna de noreste al suroeste), río Grande (sector Rere) y numerosos esteros, riachuelos y vertientes que aumentan considerablemente su caudal en invierno, no obstante, a pesar de la presencia de estos cuerpos de agua gran parte de su territorio es de secano, a excepción de franjas cercanas al río Laja (Betancur, 2001).
Existe una expansión de las plantaciones forestales en desmedro de la actividad agrícola produciendo una desarticulación de la estructura rural de la zona (Museau, 2007 en Infante 2013). Adicionalmente a la expansión forestal se produce el fenómeno rural en que familias urbanas compran terrenos de campesinos con fines de recreación, en donde integrantes de las familias campesinas se emplean en estas parcelas de agrado que no tienen ninguna orientación productiva (Infante, 2013), además la baja rentabilidad de los pequeños agricultores en sus predios genera una desmotivación y desapego con la tierra lo que desencadena una migración de los agricultores a capitales provinciales y regionales (PLADECO YUMBEL, 2015-2018).
Al acontecer estos procesos reestructurantes, surge la pregunta de ¿cómo ha cambiado el espacio productivo en el medio rural de secano? Por lo tanto, la investigación está enfocada en exponer los cambios en el espacio agropecuario y medio rural en concordancia a las políticas económicas llevadas a cabo en el sector silvoagropecuario chileno desde mediados de la década de 1970 en adelante. Analizando los cambios más importantes en la estructura productiva del medio rural de la comuna de Yumbel desde el año 1976 hasta el año 2016; de la misma forma se evidencian las mutaciones más importantes en la estructura y configuración territorial.
Tras ilustrar los cambios en la estructura productiva se propone caracterizar el rol de los actores locales e institucionales en el ámbito de la gestión técnica, introducción de innovación, y asociatividad, especialmente durante los últimos 20 años, donde también se ha tratado de diversificar las actividades económicas apuntando a lo que se conoce como “Nueva Ruralidad”.
Fundamentación general
Cada política refleja una lógica que pretende moldear y transformar el medio rural por medio de diferentes sistemas técnicos, los cuales, influyen directamente en las reestructuraciones productivas y cambios en la configuración territorial. La importancia es que, desde un punto de vista geográfico en consonancia con Santos (2000), la cuestión se plantea a partir del hecho de que los diferentes sistemas técnicos forman una situación y una realidad en un lugar dado, cuestión que es fundamental para tratar de entender a partir de esa base o sustrato cómo se realizan las actividades humanas, en este caso las actividades productivas en el medio rural. La forma en que se combinan esos sistemas técnicos referentes a las diferentes edades y etapas de las políticas agrarias permite comprender los impactos sobre las formas, estructuras productivas rurales y configuración territorial de un área en particular, que para este estudio es el caso de la comuna de Yumbel, Región del Biobío, Chile.
En virtud de lo antes señalado es preciso considerar que existe una trayectoria de las políticas agrarias plasmadas en el territorio, teniendo presente que las nuevas no anulan totalmente a las anteriores, debido a que los diferentes objetos y acciones se redefinen mutuamente con el espacio al que llegan y se conjuga con los objetos preexistentes y sus vocaciones originales, es en esa complejidad en donde el espacio le brinda el carácter de continuidad. No obstante, el sistema de técnicas es un elemento importante de la sociedad y de los lugares, pero por si sola la técnica no explica nada (Santos, 2000).
De la misma forma, se debe considerar la evolución que marcan las relaciones sociales y las etapas del proceso de trabajo, estas también señalan los cambios verificados en el espacio geográfico, tanto morfológicamente como desde el punto de vista de las funciones y de los procesos, es así como las épocas se van diferenciando unas de otras (Méndez, 1997; Santos, 2000). Es por esto que cobra importancia, los lazos asociativos y organizacionales presentes en el territorio, la visión de los actores locales también se plasma en el nuevo ordenamiento de los objetos, nuevos equipamientos e instalaciones, nuevos patrones, al igual que las nuevas formas de acción (Alburquerque, 2003).
Junto con esto, desde un punto de vista teórico-práctico en la actualidad, es la institucionalidad local la encargada de promover y coordinar el proceso de desarrollo local, en donde el desempeño particular de los actores se manifiesta según los propósitos específicos en que el territorio puede satisfacerlos. En esta línea diversos autores (Pérez, 2001; Barreiro Cavestany, 2000; Sosa; 2012) en relación con el papel que juegan los actores y teniendo en cuenta el contexto de globalización, plantean el cuestionamiento de si ¿todas las acciones ejercidas por actores locales van en la vía del desarrollo local? Considerando que grandes empresas y transnacionales pueden emplazarse en un espacio local y pueden utilizar recursos humanos provenientes de otros lugares, o bien corresponden a decisiones de nivel gubernamental para promover inversiones o equipamiento en el espacio local.
Acorde al cuestionamiento anterior, este aspecto revela la importancia del medio rural pensando en el perfil agroexportador de Chile en el concierto de la economía mundial. Por consiguiente, de acuerdo con Pérez (2001) las zonas rurales incluyendo las más apartadas a fines del siglo XX comienzan a tener una fuerte interdependencia con los centros urbanos más próximos como con las grandes ciudades y mercados urbanos remotos en diversos lugares del planeta, en definitiva, los procesos que constituyen la globalización imprimen nuevas lógicas a los espacios habitados por la sociedad.
De esta forma, lo rural en el contexto de globalización deja de tener una concepción residual en comparación al medio urbano (Gómez, 2002), se comienza a visualizar la estrecha relación que tienen entre sí, valorizando los nexos de intercambio con lo urbano en la provisión de alimentos y de otros servicios y bienes vinculados a los recursos naturales, espacios para el descanso y desarrollo de la cultura asociados al turismo rural (Pérez, 2001).
Es así que desde la última década del siglo XX debido a la expansión de actividades no agropecuarias: industriales, comerciales, servicios y ocupaciones no agrícolas (Gómez, 2002; Pérez, 2001) desde diversas disciplinas se comienza a hablar de una “multifuncionalidad de la agricultura” y de la “nueva ruralidad” en Europa y América Latina, en rigor, dentro del marco de los estudios relacionados con los procesos de globalización y sus impactos en los territorios, teniendo en cuenta la expansión de las actividades no agropecuarias, industriales, comerciales, servicios y ocupaciones no agrícolas. Sin embargo, este concepto despierta ciertas divergencias debido a que connotados autores (Gómez, 2002; Bengoa 2003; Kay, 2009) al respecto señalan que posiblemente ahora se está dando importancia a actividades y funciones que antes se ignoraban.
En definitiva, comprendiendo que el objeto de la investigación se constituye por una trama de ejes temáticos y cuyas relaciones trascienden unos a otros, resulta necesario establecer que se parte de la base de caracterizar y entender los cambios estructurales en el medio rural a nivel comunal por periodizaciones de tiempo; lo que asociado a las trayectorias de las políticas instauradas en el campo facilitan la comprensión del funcionamiento actual del desarrollo rural, alcance prioritario de la investigación, asimismo, el rol que tienen en la gestión los actores locales e institucionales.
Metodología
Este estudio tiene un enfoque mixto, ya que en primera instancia se busca comparar temporalmente variables que reflejan los principales cambios estructurales de la producción agropecuaria de la comuna de Yumbel. Datos que provienen de los censos agropecuarios realizados en Chile desde 1976 en adelante, aspectos que reflejan el perfil cuantitativo de la investigación. En la misma línea, se busca asociar estos cambios cuantitativos a un análisis espacial de imágenes satelitales para las mismas periodizaciones de tiempo, donde la interpretación de esta serie imágenes puede dar cuenta de los cambios en la configuración territorial y los procesos que van ocurriendo en el territorio.
La segunda etapa de este estudio, de carácter cualitativo, tiene el objetivo de caracterizar el rol de actores sociales y políticos en relación a la gestión técnica, innovación y asociatividad en la producción agrícola. Para luego verificar si el funcionamiento de estas acciones ha sido suficiente para mejorar significativamente el desarrollo rural de la comuna.
Se aplica un diseño de metodología cuantitativa y cualitativa de manera secuencial e independiente, pero cuyos resultados se complementan. La finalidad principal de utilizar estos dos métodos es ampliar el entendimiento de los resultados (Sampieri, Fernández & Baptista, 2006)
En la búsqueda de constatar e interpretar las transformaciones del espacio geográfico, en este estudio el concepto de reestructuración se toma desde una concepción que abarca diferentes ámbitos del territorio2 y su evolución. De la misma forma, este estudio exige en su génesis describir y comprender las trayectorias históricas de la realidad productiva en el medio rural de Yumbel, entendiendo que la realidad presente está conformada de diferentes capas o niveles y las más antiguas de cierta forma trascienden a las más recientes o superficiales.
Los pasos del proceso metodológico se generan en consonancia a los objetivos específicos de la investigación, estos se sintetizan a continuación (Ver Figura 2)
Metodología
Cambios Estructurales en la Agricultura: Comparación Intercensal de Estadísticas Espaciales y Productivas (1976, 1997, 2007)
Cultivos anuales y permanentes
Los cultivos anuales son aquellos cuyo período vegetativo es inferior a un año, entre estos se encuentran, los cultivos de cereales, tubérculos y raíces, leguminosas, oleaginosas, hortalizas y forrajeras anuales. Por otro lado, los cultivos permanentes son aquellos cuyo período vegetativo es mayor a un año, tales como plantaciones con árboles frutales, viñas y parronales viníferos y hortalizas y cultivos industriales permanentes (INE, 1997). Es decir, la estadística contenida en este apartado del uso de suelo representa las actividades agropecuarias que permiten una mayor comercialización de la producción del agricultor en el mercado.
La superficie de los cultivos anuales y permanentes ha tenido marcadas fluctuaciones durante estos tres períodos censales, para 1976 había 3.699,3 hectáreas con este tipo de cultivo, número que para 1997 aumenta a 6.316,4 hectáreas, estos números se pueden explicar desde dos aristas diferentes.
La primera, se basa en que entre 1975 y 1983 se comienza a aplicar una política que consiste en disciplinar al sector agropecuario dentro de las normas del esquema ultraliberal (Gómez, 1991; Kay, 1998b). En este período el sector sufre una crisis que afecta la mayoría de los empresarios, campesinos y asalariados. En dicha época se desincentiva la producción para los mercados interno y externo, aumentando las importaciones de alimentos, fomentado por un precio del dólar y aranceles bajos (Kay, 1998b). Se produce un sobreendeudamiento de los agricultores, acelerado por las tasas de interés difíciles de pagar; se enajena la propiedad de las tierras de numerosos asignatarios de la reforma agraria y se acrecienta la pauperización de los campesinos y asalariados (Gómez, 1991).
La segunda, se fundamenta con la vuelta a la democracia (1990), donde hay una reconversión dirigida por el mercado a una intermediación estatal, las iniciativas impulsadas intentaban modernizar la agricultura campesina para que pudieran recuperar y desarrollar su competitividad, esperando con eso levantar el nivel de vida de los campesinos y asegurar su sobrevivencia (Kay, 1998b). Se destacan medidas proteccionistas que permitieron la recuperación de un número importante de agricultores que no tenían capacidad alguna para destinar su producción hacia la agroexportación (Ríos-Núñez, 2013).
Posteriormente, entre el período de 1997 a 2007 se muestra una caída en el total de superficie de cultivos anuales y permanentes, pasando de 6.316,4 hectáreas en 1997 a 2.944,1 hectáreas en 2007. En este período se consolida la política global de apertura externa en Chile, el sector agrario continúo adaptándose a las condiciones de una economía crecientemente abierta y a la política macroeconómica del país. En este proceso se acentúan las diferencias entre los sectores agrarios más vulnerables y por otro se consolidan los sectores exportadores. En este sentido, los pequeños agricultores van quedando al margen del desarrollo y empeorando su posición relativa en el proceso de reestructuración económica (Ríos-Núñez, 2013).
Praderas y Ganadería
Las praderas mejoradas corresponden a praderas naturales que han sido sometidas a algún tipo de labor cultural y de manejo, tales como fertilización, riego, drenajes, resiembra de especies forrajeras y aplicación de sistemas de pastoreo rotativo con el fin de aumentar su productividad. Mientras que las praderas naturales se refieren a praderas con domino de especies naturales, explotadas normalmente mediante pastoreo directo y que no han sido sometidas a fertilización u otra labor cultural (INE, 1997).
Dada la definición de este uso de suelo y las actividades que compromete, se asocia a un importante sector para la agricultura familiar campesina de la comuna. En palabras de Berdegué (2014) se afirma la importancia de ésta última, ya que señala que bien avanzado el proceso de Contrarreforma, en 1980, casi la mitad de la fuerza de trabajo en la agricultura consistía en trabajadores por cuenta propia o por sus familiares no remunerados, lo que en aquel tiempo se nombraba como campesinos o pequeños productores.
En cuanto a la superficie de praderas mejoradas, se puede observar en los períodos intercensales de 1976 a 2007 que va a la constante baja en la comuna de Yumbel. En 1976 existían 1.671,6 hectáreas, que disminuyeron a 1.340.6 hectáreas en el año 1997, es decir, la superficie de praderas mejoradas se redujo un 24,6% en 21 años. Esta situación se profundiza en el período intercensal 1997-2007, en donde se pasa de 1.340.6 hectáreas a 288,9 hectáreas de praderas mejoradas, lo que equivale a una tasa de disminución de 78,5% en un período de diez años.
La superficie de praderas naturales explotadas también ha tenido fluctuaciones en el período intercensal de 1976-2007. Se puede apreciar que desde 1976 a 1997 estas pasaron de 7.066,3 hectáreas a 21.152,5 hectáreas, es decir, se triplicaron en un período de 21 años, como se mencionó anteriormente, esto puede estar asociado a las medidas de corte proteccionista aplicadas desde inicios de la década de los noventa, donde los agricultores veían con mayor estímulo intensificar las actividades agropecuarias. Posteriormente, para el período 1997-2007 se presenta una baja de las explotaciones de praderas naturales, estas caen de 21.152,5 hectáreas en 1997 a 15.400,09 hectáreas en 2007, equivalente a una baja de 27,1% en diez años. Debido a que los pastos y forrajeras constituyen la dieta básica y más económica en la alimentación de rumiantes (MINAGRI, 2014), entre estos, bovinos, caprinos y ovinos, resulta pertinente revisar el comportamiento de la cantidad de cabezas de ganado en estos mismos períodos intercensales.
1975 | 1997 | 2007 | |
---|---|---|---|
Bovinos | 8066 | 9900 | 9619 |
Ovinos | 1465 | 1963 | 1573 |
Cerdos | 2976 | 4857 | 3615 |
Caballares | 1385 | 2122 | 1971 |
Caprinos | 52 | 18 | 229 |
Fuente: INE.
La cantidad de bovinos, ovinos, cerdos y caballares, varía de la misma forma que se observa la explotación de praderas naturales, mostrando un aumento desde el año 1975 al año 1997 para luego tener un leve descenso llegado el año 2007.
En este sentido el conjunto de políticas macroeconómicas aplicadas desde 1984 enfocadas a atenuar el impacto externo, incentivando la producción local, tiene repercusiones en comunas que presentan menor dinamismo como Yumbel. Entre 1984 y 1994 las importaciones decrecen a una tasa de 8,8% a nivel nacional (Portilla, 2000) este aspecto en parte refuerza el aumento en la cantidad de cabezas de ganado hasta el año 1997 y por consiguiente el aumento de la cantidad de superficie de praderas naturales explotadas.
Posteriormente, hay un descenso en la cantidad de cabezas de ganado del tipo bovino, ovino y porcino llegado el año 2007, en esta línea, cabe recordar que desde mediados de la década de 1990 existe un sostenido aumento de la importación de carne argentina, sobre todo del tipo de carne bovina (Portilla, 2000), lo que implica mejorar la productividad y calidad de los productos locales para competir con la oferta externa y mantener la actividad ganadera de la comuna.
A este último aspecto se debe agregar que parte de la génesis de las praderas naturales y mejoradas de la zona templada de Chile es consecuencia también de pastizal generado por procesos de deforestación y posterior laboreo excesivo de la tierra, cuya actividad, en el caso de la comuna de Yumbel se enfocó principalmente en la producción de trigo. De esta manera, la sobreexplotación de la tierra y pérdida de productividad junto con la degradación de la comunidad biótica tuvo como consecuencia natural el descanso y erosión de los suelos y generación de pastizales de baja productividad sobre rastrojos de cultivos, finalmente, según Demanet (2015) la mayor intensificación de este uso del suelo introduce al ecosistema mayores niveles de fragilidad y baja resiliencia en el área
Plantaciones Forestales
Estas corresponden a suelos utilizados con plantaciones de especies forestales, con bosques y/o arbustos de especies naturales, explotadas o no para la producción de madera, leña, carbón u otros productos forestales.
Durante el período intercensal de 1976 a 1997 se observa un notable aumento de este tipo de uso de suelo, en 1976 había una superficie de 10.469,9 hectáreas de cultivos forestales en la comuna de Yumbel, que aumentó a 28.313,7 hectáreas en el año 1997, es decir, un aumento del 270,4% de superficie forestal en 21 años. Como argumenta Kay (1998a) con la “Contrarreforma Agraria” se reestructuró la tenencia de la tierra que encadenó un modelo neoliberal en el mundo rural. Se priorizó una agricultura exportadora a partir de políticas desarrollistas que establecieron una infraestructura institucional, comercial y agroindustrial para la expansión de la fruticultura y silvicultura, ésta última más avanzada en la comuna de Yumbel debido en parte a sus condiciones propias de secano, con suelos que condicionan la actividad agrícola, en pendiente y sin capacidad de riego, situación que facilita el creciente uso forestal.
Esto se profundiza aún más con las subvenciones entregadas por el Estado a través de un subsidio del 75% establecido en octubre de 1974 con el Decreto Ley 701, principal herramienta legal sobre fomento forestal en Chile. Este Decreto de Ley en su artículo n°1 establece que “Esta ley tiene por objeto regular la actividad forestal en los suelos de aptitud preferentemente forestal y en suelos degradados e incentivar la forestación, en especial por parte de los pequeños propietarios forestales y aquella necesaria para la prevención de la degradación, protección y recuperación de los suelos del territorio nacional”
Para el período 1997-2007 la superficie de plantaciones forestales tuvo un leve descenso, pasó de 28.313,7 hectáreas en 1997 a 25.284,95 hectáreas en 2007, lo que representa una caída del 10,6% en la superficie de plantaciones forestales. Para muchos empresarios forestales, organismos estatales, grandes y medianos agricultores, entre otros, el masivo establecimiento de plantaciones forestales exóticas (Pinus Radiata y Eucalipto mayoritariamente) representa la mejor alternativa productiva y de desarrollo para la zona de secano interior (Kay, 1998a; Ríos-Núñez, 2013). Esto se confronta desde diversos sectores constantemente, argumentando que en el ámbito socio-económico esta actividad genera pocos puestos de trabajo y de paso produce una severa degradación ambiental y socio-cultural, en el caso de la comuna de Yumbel el sector forestal para el año 2007 presentaba una fuerza de trabajo de 90 personas.
Terrenos estériles y otros no aprovechables
Estos suelos corresponden a la superficie de aquellos terrenos existentes en la explotación, que no reúnen potencial productivo, como son los terrenos desérticos, cerros áridos, dunas, pedregales, entre otros (INE, 1997).
Se puede verificar que existe un ascenso sostenido de la superficie de suelos estériles y no aprovechables en la comuna de Yumbel. De 1976 a 1997 aumentó en un 36,9% y de 1997 a 2007 creció un 24,6% llegando a un total de 7.386,55 hectáreas de terreno estéril o no aprovechable, que del total de la superficie censada para dicho año asciende a un 13,06%.
Como explica Demanet (2015) la constante degradación del suelo en la comuna radica en procesos de deforestación y posterior laboreo excesivo de la tierra, presente en las trayectorias históricas del medio rural, principalmente, de la producción de trigo en la comuna, de esta manera, las intervenciones del hombre sobre el suelo también desencadenaron el riesgo de erosión. La disminución de la vegetación nativa y las deficientes prácticas agrícolas en cultivos anuales cuyas faenas de preparación del suelo (arado de la tierra y descanso o barbecho) que se desarrollaron sin el resguardo necesario considerando las pendientes y los períodos de precipitaciones prolongado, accionaron la aceleración del arrastre del material superficial de los cordones graníticos (PLADECO, 2016-2019).
Finalmente, estas falencias en las prácticas agrícolas condujeron a no producir los mismos rendimientos por hectárea que antes debido al absoluto desgaste del suelo, pasando a ser terrenos estériles y no aprovechables con un deterioro casi irreversible.
Cambios espacio-territoriales
Espacio de la agricultura y actividad forestal
Estas zonas se localizan preferentemente en la cercanías del Río Claro que cruza la comuna en dirección Sur-Oeste pasando entre las zonas urbanas de Yumbel y Yumbel Estación hasta confluir con el Río Laja, la superficie rodeada por estos cuerpos de agua presenta una predominancia de un uso de suelo forestal, pero que se imbrica con usos de suelo cultivo-pradera, agrícola, matorrales semidensos, e incluso pequeños parches de especies nativas, que en algunos casos son especies reforestadas, por iniciativa de organismos como INDAP o labores derivadas de la responsabilidad social empresarial que se exige a las empresas forestales presentes en la comuna.
En cuanto a la actividad agrícola asociada a los agro negocios, en la comuna se pueden identificar solo dos grandes fundos que logran realizar esta actividad productiva, uno es el Fundo San Cristóbal ubicado aproximadamente a 12 km al Sur-Oeste de Yumbel, en donde se produce explotación de frutales con sistemas de plantación de alta densidad. El otro fundo que destina parte de sus suelos productivos a los agronegocios es el Fundo Tarpellanca, que se localiza encajonado en la confluencia de los ríos Laja y Claro. En donde ya para el año 2015 se pueden apreciar formas circulares asociadas al riego con pivotes, sistemas que al igual que a los sistemas de cultivo de alta densidad significan costos en inversión que para el resto de los productores de la comuna es imposible de equiparar.
Los caminos se constituyen en un elemento principal a la hora de producir espacio la zona donde se concentra la red vial tiene la particularidad de tener formas predominantemente rectas. Situación que a partir de la segunda mitad del siglo XX se atribuyó a la idea de un ideal lineal de la modernización comandada por los intereses privados donde se valoriza la velocidad de las comunicaciones (Santos, 2000), por medio de vehículo y maquinaria pesada. Además, representa para el territorio inversión en obras de infraestructura como puentes y luminaria.
El predominio de la línea recta hace referencia a una realidad cada vez más asociada a la modernización tecnológica del agro, que se expande preferentemente en zonas planas, adecuadas para la utilización del tractor (Chamo, 2007). Y en el caso de los sectores que están entre Yumbel, Río Claro y La Aguada, también han sido aprovechados por la industria forestal y el tránsito de sus camiones. En este sentido, se puede apreciar que el avance del uso forestal desde 1979 hasta 2015 colinda preferentemente con las líneas rectas de los caminos.
En cuanto a los otros sectores rurales de la comuna se presenta un área menos abastecida de red vial, en donde las formas de los trazados de las vías se corresponden con las formas del paisaje natural o menos artificializado, asimismo, coinciden con las zonas donde se manifiesta con mayor rigor el secano costero interior en donde la concentración de población y actividad agropecuaria es menor.
Acceso a la Tierra y cercanía con los ríos
En las imágenes es notorio que la actividad agropecuaria se intensifica en cercanías al Río Claro, en donde los pequeños productores pertenecientes a la agricultura familiar poseen un tipo particular de parcela que bordea el margen del río, los lotes de tierra son especialmente estrechos y algunos con una largura relativamente extensa. Como se puede apreciar en la figura 4, el uso agrícola del predio se orienta en cercanías al río y el uso más pecuario a medida que se aleja.
Estas formas de acceder a la tierra se manifiestan durante toda la serie de imágenes, pero se intensifica la división de los lotes de tierra a medida que avanza el tiempo y la expansión forestal, es este sentido se presenta como una estrategia para subdividir los loteos de tierra y como método para aprovechar el recurso hídrico.
Asentamientos derivados de la Acción Estatal
Como es sabido en el año 1973 con la instauración de la Dictadura Cívico-Militar en Chile se terminó con el proceso de Reforma Agraria, en donde las tierras anteriormente colectivizadas por los campesinos fueron restauradas bajo formas que solo permitían la empresa capitalista y no la reconstitución de la antigua hacienda, así, Bengoa (2003) expone que a diferencia de otros países donde sucedieron procesos contrarrevolucionarios, en Chile no se volvió a la situación anterior, no hubo una reconstitución del latifundio y la antigua hacienda.
El mismo autor destaca que parte de las tierras expropiadas fueron repartidas entre los campesinos, donde se pudo verificar un rápido proceso de descomposición abriendo paso a la empresa capitalista y proletarización campesina.
En la comuna de Yumbel hubo expropiaciones en 9 asentamientos donde La Aguada es el más representativo en términos de cantidad, donde se conformaron 34 parcelas con 119 sitios3. De esta manera hasta el año 2015 se pueden identificar pequeñas formas cuadradas y rectangulares asociadas a los lotes de proyectos de la reforma, esta forma de loteo responde a convenciones de delimitación técnica elaborada en la época de Reforma Agraria.
Particularmente, en la serie de imágenes desde 1979 a 2016 se denota que estos asentamientos terminan funcionando como una barrera territorial a la expansión forestal4, donde los propietarios de los predios aún continúan ocupando el suelo para el uso agropecuario, solo limitándose hacia el sur por la presencia del río Laja y en la cara norte y occidental del sector La Aguada se puede evidenciar la presión de la expansión forestal.
Desarrollo Rural, alcances de la Asistencia Técnica y Gestión desde lo local
Como se ha expuesto anteriormente, la implantación de una serie de políticas de corte neoliberal ha conducido un proceso abierto a la producción de cultivos silvoagropecuarios orientados principalmente a la exportación, en este sentido, los cambios estructurales que ha generado en la comuna de Yumbel plantean desafíos desde lo local y especialmente de la gestión del desarrollo rural local. Por lo tanto, para este apartado se realiza un análisis interpretativo de la realidad comunal a partir del testimonio de diversos actores locales que inciden directa e indirectamente en el desarrollo del medio rural de la comuna.
Este análisis se realiza en torno a 4 ejes referentes a la gestión del desarrollo desde lo local y la asistencia técnica (ver figura 7).
Asistencia Técnica y Cambios en la Agricultura Familiar Campesina
Según la visión de los entrevistados durante los últimos 20 años ha comenzado una transformación en los modos de producción de la pequeña agricultura, especialmente cuando aterriza el programa PRODESAL a la comuna en el año 2000 los usuarios a partir de los cursos de capacitación comienzan a descubrir falencias en el modo de manejar sus cultivos o descubren técnicas de producción como el uso de invernaderos para enfrentar los cambios de las condiciones hídricas y degradación de los suelos.
Es innegable que la agricultura está en un estado de debilitamiento, no obstante, existen pequeños agricultores que han aprovechado de buena manera la asistencia técnica, introduciendo nuevas tecnologías para el riego o maquinas que permiten un cierto grado de automatización de sus procesos. En este sentido hay una percepción de actores sociales, locales y políticos generalizada que apunta a que existen cambios positivos, pero aún hay tareas pendientes en torno a lograr que más familias puedan acceder a estos avances o que se terminen definitivamente los manejos deficientes de las parcelas.
Articulación y Asociatividad
Como menciona Alburquerque (2007) el grado de preparación de las competencias estratégicas del municipio se basa en la destreza para planificar acciones de fomento, capacidad de coordinar y articular líneas de acción con otros agentes económicos y entre los agentes económicos, en este sentido, generar condiciones adecuadas para generar procesos de asociatividad ligados a una institucionalidad para el desarrollo económico local es una iniciativa clave para un funcionamiento adecuado del desarrollo económico rural, y para el caso particular de Yumbel iniciar un ascenso integral del desarrollo rural.
El mismo autor destaca que igual de importante es la movilización y participación de los actores locales y pequeños productores, esto supone la construcción de capital social comunitario que a su vez requiere del fomento de una cultura proactiva y emprendedora, alejada de una lógica dependiente del subsidio.
En general, durante las últimas décadas la articulación y asociatividad ha sido más bien escasa, las razones diversas; fragmentación social procedente desde la época del gobierno militar; las malas prácticas de los dirigentes o bajos niveles de interés y coordinación del gobierno local.
Para algunos agricultores la asociatividad se presenta más como un problema que como una oportunidad para articular redes y facilitar la comercialización de sus productos. En la comuna han existido asociaciones que han funcionado durante décadas, pero no han logrado consolidar un modelo efectivo que permita un despegue cualitativo y cuantitativo de su producción, existen diversos factores para explicar estas deficiencias, una fundamental es la falta de liderazgo y adaptabilidad a los cambios de las demandas y poderes compradores.
Comercialización y Diversificación
Para comercializar y diversificar las actividades del medio rural han existido diversas iniciativas, con distintos grados de éxito y fracaso, algunas problemáticas se plantean desde la arista del compromiso de los actores políticos y su vinculación real con las condiciones de mejora de la actividad de la pequeña agricultura y otras con carencia de estrategias atractivas para vender la producción. Por otra parte, a modo de diversificar las actividades provenientes del medio rural, el municipio ha implementado desde hace algunos años un circuito de fiestas costumbristas que se dan mensualmente, con el propósito de atraer visitantes a la comuna y poder brindar un escenario para los pequeños agricultores en donde puedan dar a conocer y vender sus productos.
Es así como desde lo rural se han ido implementando cambios en la estructura productiva asociado a actividades que trascienden lo agropecuario, Pérez (2001) argumenta que lo rural trasciende lo netamente agrícola y ganadero, existe un creciente intercambio de bienes y servicios con lo urbano, donde en conjunto con la provisión de alimentos se destacan espacios de descanso y recreación, oferta de recursos naturales y aportes al desarrollo y mantenimiento de la cultura.
Ventajas y restricciones territoriales
El contexto territorial tiene una influencia decisiva en su desempeño productivo y económico. Las características de la agricultura familiar campesina y la definición de las políticas dirigidas a ella están incompletas y posiblemente erradas si solo se basan en las características de las unidades productivas en sí mismas y en las cadenas de valor en que participan (Berdegué & Pizarro, 2014), sin tomar en cuenta las dinámicas socio-económicas, ambientales y político-territoriales, en donde se localizan las actividades. Es decir, dos predios y hogares idénticos produciendo exactamente los mismos cultivos, las mismas tecnologías y para los mismos mercados tendrán oportunidades, restricciones y potencialidades distintas dependiendo del territorio en que se localicen.
Como el 60% de la superficie de la comuna se ubica sobre el secano interior las dificultades de acceso al recurso hídrico y condiciones de degradación del suelo aparecen en todos los discursos de los entrevistados. Evidenciando que ambas son una constante a la hora de evaluar las restricciones territoriales, por lo tanto, el análisis se centra en los aspectos que se presentan como conflictivos una vez iniciado el proceso de siembra y conservación de la producción familiar.
Existe un notable conflicto con las actividades que realiza la empresa forestal, es transversal en los testimonios de los entrevistados, desde el alcalde a los pequeños agricultores, todos concluyen que en lo mínimo la forestal es un vecino que dificulta mejorar las condiciones generales para la producción agropecuaria.
Síntesis: concepciones en torno a la gestión del desarrollo local rural
De acuerdo a los cuatro ejes planteados para la gestión del desarrollo rural desde lo local, se genera una tabla que sintetiza las concepciones que surgen en torno a lo expuesto en los cuatro apartados anteriores, basándose principalmente la visión de los actores que aparecen desde la institucionalidad y la localidad.
Funcionamiento de la asistencia técnica y AFC | Articulación y Asociatividad | Comercialización y Diversificación | Ventajas y Restricciones Territoriales |
---|---|---|---|
Impactos positivos con introducción del Programa de Desarrollo Local (año 2000) | Existe disposición para asociarse, pero Experiencias generalmente son Frustradas | Perfil para comercializar orientado al mercado interno | Condiciones diferentes entre secano y depresión intermedia |
Introducción de Tecnologías y automatización para riego y cosecha. Impacto de los invernaderos | Falta mayor orientación y capacitación | Indiferencia de la institucionalidad para consolidar plataforma de comercialización | Falta de instrumento para regular la expansión y manejo forestal y sus consecuencias en el territorio |
Acceso a crédito (INDAP) con menores tasas de interés que entidades bancarias | Nacimiento de actores locales con conflicto de intereses | Acuerdo generalizado en que la comercialización es el eje faltante | Ingreso de empresa forestal en suelos que pueden ser utilizados para actividades agropecuarias |
Mayor respaldo desde organismos públicos para desarrollar la actividad | Comenzar a articular por localidad | Deficiencias de equipamiento e infraestructura vial | Deficiencias de conectividad e infraestructura vial en algunas localidades |
Excesiva dependencia de asistencia técnica | Falta de consolidación de un modelo efectivo de asociatividad | Desaprovechamiento de ubicación estratégica en medio de ciudades importantes | Insuficiente capacidad de negociación por parte de actores políticos |
Acogida a nuevas técnicas de conservación del suelo | Escaso liderazgo y adaptabilidad en torno a cambios en la demanda y poderes compradores | Fiestas costumbristas periódicas como plataformas para la comercialización | Planificación central con prioridad hacia lo urbano |
Paulatina diversificación de productos | Falta generar modelo de negocios para posicionar productos | Incentivos al turismo y agroturismo para diversificar | Saneamiento de tenencia de tierras |
Gestión de acuerdo a realidades locales (durante los últimos años) | Estandarización de calidad en las producciones | Horizontalidad para diseñar estrategias | Aumento en empoderamiento de organizaciones civiles |
Desconfianza en la especulación de precios | Mayor flexibilidad para adoptar nuevas tecnologías y formas de manejo predial |
Comentario: Proceder desde el sector público, gestión técnica y local
Como menciona Bervejillo (1996) en el proceso de reestructuración económica confluyen procesos que responden a diferentes lógicas, en donde pueden coexistir áreas más atrasadas con otras más desarrolladas, en cierto modo, esto no ocurre en el caso de la comuna de Yumbel. De forma casi homogénea en el territorio comunal se observa un relativo atraso en las condiciones de desarrollo que no ha sido más profundo, en parte, debido a la acción de la asistencia técnica promovida por INDAP mediante el convenio PRODESAL que tiene con la Municipalidad.
Existe un reconocimiento desde todos los actores entrevistados que la acción de estos programas ha evitado un mayor deterioro de las condiciones productivas de la AFC y pequeña agricultura del medio rural, jugando un rol sustancial a la hora de mantener un respaldo técnico, financiamiento y fomento de las actividades productivas. Sin embargo, existen tareas pendientes en términos de cobertura y articulación entre los diferentes actores del territorio para iniciar un proceso de real despegue del desarrollo rural de la comuna.
De Mattos (en Bervejillo, 1996) plantea que existen diversos lazos de los territorios con los sistemas globales y en términos de intercambio económico, hay acuerdo en que los commodities que genera la actividad forestal están en constante intercambio, pero cuando se fija la mirada en los productos que genera la actividad agropecuaria de la comuna son muy pocos los que logran llegar a mercados lejanos, el caso de la rosa mosqueta es el más destacable en cuanto a volumen.
De esta forma, se aprecia la ausencia de relaciones de reciprocidad, complementariedad, asociación y cooperación que postulan Sack y Raffestin (en López & Ramírez, 2015), las que cumplen la acción de apropiación y regulación en el territorio, de modo que hagan de éste el objeto central de su desarrollo, tanto como sustrato físico, organizacional, social y cultural. Esta situación de fragmentación involucra finalmente mantener un modelo en que los pequeños productores aún funcionan de forma atomizada, saben cómo producir, pero esa falta de articulación y asociatividad dificulta el proceso de comercialización e inserción en nuevos mercados, ya sea dentro del país o fuera de este.
La agricultura de subsistencia que existía anteriormente ha avanzado hacia pequeños emprendimientos, un estimado de 200 son emprendedores como tal y se dedican exclusivamente a esta labor, donde la diversificación de sus productos ha permitido fortalecer sus negocios. En este contexto de inminente consolidación, es donde, los actores locales coinciden en que se debe actuar coordinadamente para generar mayores sinergias en el rubro. Anteriormente y hasta el presente ha existido un compromiso insuficiente desde el sector público y privado, para consolidar ejes asociativos y articulación de los pequeños productores de los diferentes rubros existentes en la extensión comunal.
Es así como existe una autocrítica generalizada a la hora de hablar de los motivos de la baja asociatividad presente en la comuna. Sin embargo, a la hora de mostrar propuestas que generen bases para la articulación aún existen susceptibilidades desde los pequeños productores, esto se suma a las escasas instancias planteadas desde la gestión local para mejorar estos aspectos. Por lo tanto, esta materia se presenta como una tarea prioritaria para la gestión municipal actual y venidera. Facilitar cursos y capacitaciones que muestren los beneficios de actuar articulada y colaborativamente, en torno a mejorar las competencias del capital social y organizacional para posteriormente consolidar un modelo que apunte al desarrollo territorial rural sostenible en el tiempo.
Conclusiones
Efectivamente los cambios en las políticas macroeconómicas en conjunto con las transformaciones de las condiciones del sustrato físico del campo en la comuna de Yumbel, configuraron un proceso de cambios en la estructura productiva y territorial, que en un principio presentó un proceso de constante precarización de los medios de producción y condiciones de vida de la agricultura familiar campesina y que con las reestructuraciones de las políticas económicas dirigidas hacia el campo después de la crisis general de 1982 y finalizando la década de 1990 han logrado mejorar estas condiciones con el apoyo de la asistencia técnica, sin embargo, es posible advertir que la tarea es inconclusa en términos de cobertura, transferencia tecnológica y apoyo a iniciativas asociativas. Asimismo, una precaria institucionalidad local no ha favorecido la inserción de los productos producidos por la pequeña agricultura en diferentes mercados y cadenas agroalimentarias.
El aumento de la explotación forestal ha estado acompañado de mejoras en la automatización de sus procesos, así, la introducción de nuevas tecnologías en las operaciones madereras ha permitido incrementar la automatización y control computarizado de procesos productivos. Sin embargo, la mejora de estos aspectos en su estructura productiva ha significado una baja en la demanda de mano de obra en el sector silvícola.
Igualmente, a medida que aumenta la automatización del proceso de producción forestal, no existen mejoras significativas de equipamientos e infraestructura en el espacio que se realiza esta actividad. Demostrando finalmente falencias de orden compensatorio con el territorio, que demandan un cuerpo regulatorio que origine un equilibrio en relación al contexto ambiental, social y cultural del medio rural. Espacialmente, ha contribuido a generar un desequilibrio en el desarrollo de la comuna, se demuestran profundas diferencias entre el territorio que se emplaza en el sector de secano, presentándose como más atrasado y el territorio localizado en la depresión intermedia con un mayor dinamismo; de esta forma se plantea como un desafío en la planificación y gestión del desarrollo rural en la comuna.
En directa relación con lo anterior, en los sectores rurales de la comuna se encuentra un capital humano, social y organizacional con deficiencias para concretar iniciativas que tiendan a la articulación, vinculación y asociatividad. No obstante, los liderazgos locales tienen claro que este aspecto es prioritario para iniciar un cambio a la hora de enfrentar los desafíos que plantea la globalización y la inserción en cadenas agroalimentarias de escala regional, nacional o incluso mundial. Además, comprenden el emplazamiento estratégico que tiene la comuna, en medio de polos urbanos de importancia como son las ciudades de Chillán, Los Ángeles y Concepción, siendo escasamente aprovechado para comercializar sus productos.
Desde el punto de vista territorial se concluye que existe un proceso de concentración de la tenencia de la tierra, ésta, considerada como bien primario y factor de producción para la empresa forestal, es comprada principalmente a medianos propietarios que ya no ven sustentable la explotación principalmente por las condiciones de degradación que presenta el suelo. Este proceso de disminución de medianos propietarios se profundiza desde mediados de la década del 2000.
Una excepción en este proceso de concentración de tierra sobre todo para uso forestal es en el sector de la Aguada, como muestra la serie de imágenes satelitales en el área donde existieron organizaciones de base territorial, se conserva la propiedad de la tierra obtenida en la época de reforma agraria y con un uso de suelo exclusivamente agropecuario. Incluso la definición de los predios es constante en el tiempo, por lo tanto, se puede aseverar que no existen cambios sustanciales en la tenencia y condición jurídica de la tierra, hecho diferencial con el resto del contexto comunal.
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- ←Este artículo es una síntesis de la tesis presentada para optar al Título de Geógrafo de la Universidad de Concepción, titulada: Cambios en la estructura productiva y configuración territorial en el medio rural. El caso de la comuna de Yumbel, 1976-2016.
- ←Como ha quedado explicitado anteriormente, se hace referencia principalmente al ámbito de la producción económica y sus consecuencias directas en la configuración territorial y la sociedad que habita en la misma área.
- ←Ministerio de Agricultura, 8ª Región del Biobío, 2007
- ←A pesar de que en 1980 se derogó el estatuto de protección de las tierras de la Reforma Agraria que prohibía enajenarlas durante al menos 15 años, con el objeto de incorporarlas al mercado de tierras.